Ojalá que llueva café...

Café crème. /Andrea Burón.

Café solo, con leche, cortado, descafeinado o con azúcar. Café vienés, irlandés, árabe, turco o colombiano. Los hay de todos los tipos y de todos los países, a cual más sabroso. Salvo el café francés. Como amante del buen tazón de café con leche a cualquier hora del día, las paso ‘canutas’ para ir a tomar uno en los bares de Francia. Desconozco el importador de esta bebida para las cafeterías galas, tampoco lo he preguntado. Lo que sí sé es que su sabor es pésimo, y aún así me quedo corta. Por tanto, vayas donde vayas, de norte a sur o de este a oeste, en Francia NO TOMES CAFÉ. 

Café expresso

En el país galo la variedad se resume más o menos a tres tipos de café: el expresso (café solo), el noisette (café con MUY poca leche), y el café crème (equivalente al café au lait o café con leche). De ahí no los sacas. Lo máximo que te pueden llegar a servir es un capuccino mal hecho. Nada que ver con el italiano, que es delicioso y además cuesta 1€ (en Italia, claro). 
Pero a parte del sabor, que para mí es lo más importante, lo que realmente tira para atrás es su precio. Sobre todo en París, donde lo más barato es un expresso (2,50€); después vendría el noisette (3€) y, finalmente, el súmmun de la carestía, el café crème, que cuesta como mínimo 5€. Nada que ver con el vasco, también delicioso, abundante y a 1,80€ (en el País Vasco, claro).

Por si esto no fuera suficiente, el 90% de las cafeterías del país vecino viene con terracita incorporada, una tradición muy française. Y la clave para que ésta funcione los 365 días del año, llueva, truene o haya 40º centígrados a la sombra, es colocar una especie de calefacción en invierno que, aunque sirve para lo que sirve, nos obliga a disfrutar del ‘cafelito’ con el abrigo puesto. Vamos, la comodidad extrema.

Café Gourmand

Y para colmo de males, está el horario francés. También aplicado a esto del café, bien sûr. Si quieres tomarte uno más tarde de las 19h, désolé, pero es imposible, las máquinas no funcionan a partir de esa hora.

Básicamente esto es lo que ha hecho que me vuelva fan incondicional de la cadenas americanas Starbucks o McCafé. Pero como todo lo malo tiene una parte buena, esto no va a ser una excepción. Y es que muchos restaurantes franceses tienen como opción en su menú el café Gourmand, una tacita acompañada de pequeños pasteles (macarons, chocolats, muffins...). Eso sí, a precio de oro.