lunes, 5 de diciembre de 2011

Feliz Domingo


Le Parisien publica hoy un artículo que puede resultar interesante, sobre todo, si estas fechas no son del todo reconfortantes. A simple vista, nos da una información que ya sabemos, pero quizá los datos nos sirvan de ayuda para llevarla a la práctica. ¿Cuál es el tema? Pues tratar de ser feliz, que no es poco.

Según el diario francés, dos estudios realizados en Francia y Estados Unidos se interesan en las fuentes de la felicidad y “los resultados son tranquilizadores: tanto en la vida privada como en la profesional, todavía quedan muchas formas de ser feliz”. Al parecer, explorar en Internet sobre la búsqueda de la felicidad es un ejercicio instructivo. De hecho, existen más de 7.560 millones de resultados, entre los cuales, aparece la página web oficial del Observatorio Internacional de la Felicidad, decenas de obras de psicólogos y sociólogos y miles de publicaciones científicas sobre aspectos económicos.

Sin embargo, lo que verdaderamente choca es el número de blogs y foros que tratan este tema. Tal y como afirma el periódico, “ser feliz es ante todo un objetivo íntimo y personal”. Y para ello, el medio enumera cinco condiciones básicas.

Confiar en uno mismo. En lugar de alimentar los propios errores, hay que premiar cada victoria, por pequeña que sea, y siempre y cuando no se menosprecie al de al lado.

Abrirse a los demás. Las personas casadas o en pareja son casi el doble de felices que las que viven solas. Viéndolo desde otra perspectiva, el sentimiento de felicidad aumenta cuando se participa en asociaciones u organizaciones benéficas, ya que « ser amable es bueno para la moral y la salud ».

Actuar. Hoy en día el número de depresiones es diez veces mayor que en los años 60. Esto se debe a que el ser humano ya no domina su alrededor, sino que está controlado por las máquinas. Probar a cambiar de vida, en la medida de lo posible, puede devolverte la felicidad que buscas.

Reír más. Según un estudio americano, las personas que manifiestan emociones negativas (estrés, rencor, cólera., etc.) son dos veces más propensas a morir antes que las que tienen un carácter alegre. Por eso hay que intentar cambiar el modo de ver las cosas y reírse (de sí mismo, de los demás, con los demás y solo).

Disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Todos sabemos que la felicidad en sí misma es un conjunto de pequeños detalles placenteros: un chocolate caliente en una tarde de invierno, un buen libro, la sonrisa de un ser querido…  Pero claro está que para disfrutar verdaderamente de esos detalles, hay que saber apreciarlos.

Fuente: Le Parisien 

1 comentario:

  1. El blog esta mejorando por momentos!! Me encanta este articulo que nos has puesto hoy... me quedo con "disfrutar de los pequeños placeres de la vida".. para mi es fundamental estar contento con las cosas que tienes no con las que deseas... Un saludito!!

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