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Ilustración publicada por el periódico francés Le Monde / Illustration publiée par Le Monde |
Acabo de llegar a casa y, como cada día, he puesto las noticias en la tele.
Bueno, eso de 'cada día' es un decir, porque aquí, en Francia, emiten el telediario una
hora antes y no siempre estoy en casa a las 20h. El suceso que ha abierto ‘el
parte’ –con entrevista incluida- me ha impactado bastante. Es más, me han
tenido que volver a contar la historia después, porque no acababa de creérmela
del todo. Resulta que hoy se ha producido la liberación de Florence Cassez, una
mujer francesa que ha pasado los últimos siete años en una cárcel de Méjico, supuestamente por ser la
novia de un secuestrador de niños. Y es que la susodicha no solo afirma que cuando les arrestaron ya no salía con él, sino que añade que no ‘sabía’ que su pareja era un delincuente.
Pero lo peor no es eso. Al parecer, el gobierno mejicano publicó por televisión todo un montaje del momento de la detención, hecho que
ha provocado la excarcelación de Madame Cassez. Libertad por anulación de
pruebas y no por inocencia, dicen. Todo esto habrá podido suscitar muchos conflictos diplomáticos,
pero la realidad muestra que últimamente está muy de moda eso de no ‘saber’ lo
que hace la persona con la que convives día y noche. ¿No os recuerda esto a un caso muy parecido? Cuando el río suena…
Los que queráis conocer la historia al completo, pinchad aquí.
V.F. - Je viens de rentrer chez
moi et, comme chaque jour, j’ai regardé le journal télévisé. Mais dire ‘chaque jour’
est juste une façon de parler. En France, on émet les nouvelles une heure avant
qu’en Espagne et je ne suis pas toujours chez moi à cette heure. Bref, l’événement
principal de cette journée est, comme vous le savez, ‘l’Affaire Cassez’ :
l’histoire d’une femme qui a passé les sept dernières années dans une prison mexicaine
et qui a été libéréé ce matin.
Madame Cassez n’a pas seulement
affirmé qu’elle n’était plus la copine du kidnappeur lors de leur détention, mais
aussi qu’elle ne savait pas qu’il était un délinquant. Le plus marrant c’est
que sa libération a été produite à cause de l’annulation des épreuves, et non
pas grâce à son innocence. Apparemment, il est à la mode le fait de ne pas
connaître les activités de notre conjoint(e). Est-ce que cette affaire ne vous rappelle
pas à une autre affaire semblable, arrivée dans le pays voisin ?
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